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𝟏𝟑|     sophia's inferno








en el apartado anterior les recordé votar
y al parecer resultó bien — quédense afuera del
closet fantasmal, puro amor para ustedes !
perdón en avanzado por la extensión heavy de este capitulo, prepárense.








LA EMOCIÓN DE FIN DE MES LLEGÓ JUNTO A TENER SUFICIENTE DINERO COMO PARA PODER COMPRAR LA BATERÍA QUE LLEVABA ANHELANDO TODO EL SEMESTRE, y por más que eso también significara el aniversario de su mejor amiga con su novio desconocido, Sophia podía decir que realmente estaba más emocionada por llegar a conocer al resto de la familia Cullen que había mirado tanto tiempo desde lejos antes de Jacob Black. A pesar de conocer ya a gran parte de sus miembros aun no había intercambiado ninguna palabra con más de la mitad, y luego de ser amiga de Reny durante ya bastante tiempo, la idea la tenía emocionada como no lo había estado hace bastante, algo digno de calificar como un evento fuera de lo común en Fairbanks.

Hubiera estado más emocionada de no haber sido por la noche del viernes. Según la lógica de su hermana, luego de haber sido responsable durante toda la semana ahora tenía una especie de pase libre para salir hasta la hora que le diera la gana, y si no hubiera sido tan descarada como lo era usualmente, no le hubiera molestado su forma de pensar ya que ella creía lo mismo — Era normal trabajar duro por la semana para premiarte a ti mismo en tus días libres, pero lo de ella era otro tema más allá.

Arreglaba sus labios pintados de un suave tono rosado mientras se abrigaba con una chaqueta café gruesa y cubría su cuello con una bufanda de lana que en verdad le pertenecía a ella como regalo de Helen al aprender a tejer, y sin embargo, Sophia no le dijo nada. No la miro con mala cara ni tampoco lanzó comentarios irónicos como hubiera hecho normalmente por que no quería llegar a tener una charla con ella seria como lo había hablado con Renesmee. No era muy fan de las charlas importantes en donde tenía que decirle a su hermana algo que no le gustara, por que en realidad no tomaba muy bien la crítica de los demás aun que siempre fuera desde el cariño, y sabía que decirlo iba a ser una pelea inevitable que no quería tener.

Como siempre, escapaba de los problemas hasta que tener que enfrentarlos por obligación — La misma estúpida lógica de Helen y Alina.


"Creo que me gusta Brad, Phi" la noticia fue algo de la nada, y su boca se abrió al escucharla tan bien desde donde estaba sentada en el comedor: por lo menos aún le contaba cosas de su vida "No me mires así, es el mejor de todo el grupo" "Te lo digo en serio"

"No confío en los hombres" se adelantó a decirle al arrugar la nariz mirando la revista de cotilla que había comprado su hermana, menos iba a confiar en el tipo que prácticamente se la había robado, no obstante, cuando Alina la miro con un puchero de súplica, intentó ser más empática por el bien de ambas "¿Y le gustas a él también?"

"No lo sé, quiero averiguarlo esta noche" cogió las llaves de la entrada en tanto hablaba "Espero que sí, creo que es un buen chico B — Me trata bien y es una persona amable, es agradable y muy contraria a nosotras" odiaba que actuara como si toda su vida hubiera estado sola, como si nadie jamás hubiera sido buena con ella sin conocer el afecto antes de ese tal Brad "Además, yo sé tu verdad, dices que no confías en los hombres pero estabas bastante bien con el hermano de Renesmee la semana pasada"

"Cállate" se defendió rápidamente "Eso no cuenta"

"¿Cómo es que se llamaba?" le preguntó haciéndose la que no se acordaba "¿Jasper Hale?"

"Cállate" repitió haciendo una mueca de dolor dramatizada "Solo me cae bien, es agradable"

"Eres sangre de mi sangre" dijo la menor en tono complice "Y conozco las actitudes de la gran Sophia Bliss" — "Nos conocemos bastante como para que pueda afirmarte que no quieres admitir algo obvio, algo que tú y yo sabemos en el fondo"

"¿En qué momento empezamos a hablar de mi y no de tu amor por Bradley?" preguntó incómoda ante la conversación, y fue suficiente como para que las mejillas de su hermana se enrojecieran "Dios, en serio te gusta este chico, mira como te has puesto"

"En serio sí, tanto que si todo sale bien quiero que lo conozcas, creo se llevarían bien"

Sinceramente lo dudaba, pero no iba a decírselo en voz alta por qué no era el tipo de persona que hubiera arruinado su buen humor por no estar de acuerdo con ella. Por lo mismo con una sonrisa media obligada alzó los dedeos al aire cruzándolos simbólicamente para su tranquilidad — "Buena suerte entonces, Lina" "Este chico es afortunado por llamar siquiera tu atención, recuérdalo porfavor" 

Su hermana estaba feliz, feliz al punto de que una sonrisa genuina se formaba de manera sincera en sus labios antes de abalanzarse sobre el asiento donde estaba cómodamente instalada, abrazándola repentinamente; y Sophia se hubiera quejado (Tal vez por el hecho que había arrugado la revista) pero por más que odiara a su hermana menor a ratos, era un abrazo de la nada que extrañaba sentir.

Desde que se fueron de Sacramento, Lina no era muy fanática del contacto físico. Pronto terminó dejando de lado todas esas muestras de cariño que antes estaban tan acostumbradas a tener como hermanas, y aun que Sophia siempre lo vio desde afuera sin poder llegar a imaginar como es que se sentía en el fondo debajo de todo ese dolor silencioso, sabía bien la pena que llevaba consigo por dentro no le daba ni un momento de descanso. Por eso fue algo relajante notar que estaba pasándola bien, considerando que tal vez lo que estaba haciendo era volver a ser la chica que era antes: más contenta con el mundo que le rodeaba, más en confianza de su espacio cuando todo llegó a parecerle tan peligroso.

Tal vez su hermana menor solo estaba volviendo a ser ella misma, la chica rebelde que estaba emocionada por la posibilidad de tener un amor como veía en las películas.

Por más mal que a veces le cayera, solo quería verla bien en cada aspecto de su vida.

"Te amo más que nada en esta vida" le dijo la castaña mientras la apretaba contra ella, besando su frente con cariño "¿Siempre juntas, no Soph?"

"Siempre" asintió al sentir la calidez de su beso, y tan rápido como se lanzó encima de ella, se levantó acomodando su largo cabello castaño sobre la chaqueta café que antes se había puesto. No sabía cómo estar molesta con ella en situaciones así "¿Me puedes enviar un mensaje cuando llegues? No te olvides"

"Sí, mamá" bromeó colgando su cartera en el hombro, y le lanzó un beso de despedida en la puerta antes de que desapareciera bramando un rápido «Te adoro» que no alcanzó a responder. Y Sophia se quedó varios minutos en silencio en la soledad de la casa, pensando como todo había cambiado en una etapa nueva, en sus amigos, su manera de vivir — incluyendo las noches solitarias a las que ahora ya estaba acostumbrada a tener. Había cambiado desde que se fue de California, y le gustaba pensar que era para mejor. Tenía una amiga genuina que no dejaría de haberle ni aun que se fuera del planeta, y gente que estaba ahí para ella queriendo ayudarla si tenía un problema, no lidiaba con el dramatismo de su madre y podía fumar en su ventana sin que nadie le diera alguna charla aburrida sobre como las drogas podían matarla; era la vida que había imaginado tener cuando era pequeña, una con su hermana en un lugar que fuera de ambas, libertad: ¿Quién no busca la libertad? Un concepto tan amplio como intangible.

Estaba bien, más bien de lo que había estado alguna vez en Sacramento, y era una cosa que luego de Jasper Hale se había transformado en un problema, por que realmente estaba disfrutando de la vida en Alaska. Tenía planes, risas, buena hierba y cerveza helada que podía tomar viendo televisión cuando quisiera, un trabajo que le dejaba pagar un par de plataformas de películas en linea ahorrando al mismo tiempo, y ya había visto al menos tres veces las dos temporadas de Twin Peaks con los ojos más rojos que había tenido en toda su vida durante la madrugada.

Sophia siempre había disfrutado de los placeres simples de la vida, la felicidad en los momentos pequeños por sobre los grandes, los amigos leales contra la gente pasajera — Y consideraba que Alaska comenzaba a ser un lugar que ofrecía eso, momentos de felicidad esporádica que aun que no iba a ser capaz de conseguir en California.

Lo único que le hacia falta era poder botar esa energía que a veces se acumulaba en su cuerpo. Extrañaba a su famosa batería mas que a cualquier persona que hubiera dejado atrás en el estado, y el instrumento musical la tenía conmocionada que su ida a Nenara junto a Renesmee al día siguiente giraba en torno a eso.

Tenía un gran día planeado para mañana, se lo había contado a su hermana varias veces repasando todo lo que tenía que hacer para llegar aproximadamente a las 8 de la noche a la casa de los Cullen, todo lo había planeado con Alice en una cantidad extensa de mensajes y sitios web que intercambiaban para ver linda ropa que posiblemente no podría comprarse en un futuro cercano. Se suponía que iba a pasar por Reny temprano para dirigirse al viaje de por lo menos una hora y media al centro comercial de Nenara, luego irían a una tienda especializada en discos que tenía uno especial que buscaba hace meses, y de paso la ayudaría a cotizar buenos precios de baterías usadas hasta conseguir la perfecta para llevarla a casa ese mismo día.

Supuestamente iba a ir agregando cosas al plan dependiendo lo que se ocurriera en el momento: comidas, actividades, incluso la reserva nacional que contaba con una cascada bonita y cosas por el estilo, así podría tardar lo suficiente como para que Jacob pudiera instalarse con los Cullen decorando la casa con algo que seguramente la haría vomitar al verlo, y ella estaría lo suficientemente feliz como para celebrar su nueva adquisición con su mejor amiga.

Aún estaba en duda del secreto de todo el asunto, el no decirle nada cuándo la relación que mantenía con su novio era una que en el fondo podía terminar en cualquier momento esperando lo inevitable, y esa era la única parte de lo que la tuvo pensando bastante rato de forma indecisa cuando Alina se fue: ¿Era mejor la sorpresa o que estuviera preparada para lo que le deparaba al volver a casa? Sabía que no iba a estar muy cómoda durante la velada, y que posiblemente la noticia le hubiera caído como un balde de agua fría — Tal vez era mejor mencionar el tema antes de que tuviera un ataque al verlo.

La idea la tuvo media indecisa durante un rato, tanto que se levantó dispuesta a fumar un porro con lo que había comprado de hierba recientemente sobre el sofá. Era algo que merecía y el mejor momento de la noche para ver alguna película como Drácula hasta que le diera sueño, y todo hubiera estado bien hasta que abrió el joyero donde solía esconder su hierba, y lo único que encontró fueron sus pocas joyas medias revueltas sin ningún rastro de la bolsita pequeña de flores que había comprado hace tan solo unos días, e incrédula, frunció el entrecejo mirando a todos lados, pensando si es que la había dejado en otro lado sin darse cuenta; estuvo por lo menos quince minutos dando vuelta entre todas sus pertenencias hasta terminar sentada sobre la cama, mirando las paredes de palo rosa que estaban exactamente iguales desde que había llegado con la misma pregunta en la cabeza:

¿Dónde estaba su hierba?

Se sintió culpable al pensarlo esporádicamente, cuando se cruzó de brazos y entre las cuatro paredes empezó a trazar una línea imaginaria de las personas que habían estado en la casa como si fuera un policía, lamentablemente dudaba que Jasper se escabullera a su habitación para robarle sus denigrantes restos de hierba, o de Renesmee por que en su vida había acercado la boca a un cigarrillo — Y por todo un minuto completo agradeció haber estado sola, por que sabía que en el fondo estaba mal creer que la única persona que realmente podría haber sido la culpable, vivía en la habitación contigua a la suya y le había dicho que la quería más que nada antes de irse.

Cegada por la rabia repentina, salió de su habitación tan rápido como había entrado a la suya, invadiendo el desorden de Alina sin necesidad de un permiso de su parte para comenzar a hurguetear entre sus cosas ansiosa: ¿Sería remotamente posible que su hermana menor se hubiera metido a su cuarto para sacar la hierba de su escondite? El corazón se le apretó en el pecho antes de abrir el armario, metiendo las manos en las chaquetas colgadas de su armario para revisar los bolsillos de cada una por separado esperando estar equivocada, no obstante, el olor que expedía la mayoría de su ropa la evidenciaba sin necesidad de haber necesitado una prueba concreta.

El aroma del cigarrillo era uno completamente distinto al que tenía la hierba, el cigarrillo se impregnaba en la ropa con un aroma más desagradable y se quedaba ahí por más que usabas desodorante ambiental barato o perfume, mientras que la hierba tenía un olor más pesado, frutal a veces y más evidente por la diferencia entre lo tóxico del alquitrán frente a una planta fertilizada, y mientras acercaba su rostro a la ropa sintiéndose como una completa psicópata entre las cosas de Alina, supo que se encontraba fumando hierba, y que como ella, no se molestaba mucho en esconderlo bien: más cuando encontró un pequeño contenedor con restos entre medio de su ropa doblada.

No le importaba. No le importaba ni que se hubiera fumado el porro más grande de su vida entera, el tema era qué se había robado su hierba, había sido el colmo.

Ese «Te amo más que nada en la vida» pasó a ser algo completamente falso al momento de dejar el pequeño contenedor metálico a plena vista sobre su mesita de noche, y mientras su mente comenzaba a llenarla de preguntas, la única que la hizo detenerse paralizada en el espacio que ocupaba fue la de donde estaba sacando dinero suficiente como para comprar, porque no movía un dedo en todos los meses desde que llegó y el dinero que les enviaba Helen estaba contabilizado para comida, pizza y algunas cosas extra — Su subconsciente le respondió sin embargo con obviedad, y volvió a su habitación tan rápido como entro a la de su hermana. Buscó los ahorros que tenía escondidos para la batería en los cajones de su armario, quitándolos del calcetín camuflado para contar por lo menos cuatro veces sin poder creerlo a primera impresión.

Tuvo ganas de vomitar mientras lanzaba el dinero por su habitación enojada: Alina le había sacado sus cosas, le había robado una considerable parte del dinero que tenía para algo que llevaba hablándole hace meses, algo que le importaba.

"Tiene que ser una puta broma" bramó al sentir las lágrimas llenar sus ojos de la rabia en un nuevo tipo de daño que la hizo sentir miserable, odiaba las mentiras y esa actitud desagradable que había adquirido junto a su nuevo grupo de amigos. Jamás hubiera creído que hubiera sido capaz de hacerle algo así, más cuando tenía más que claro que el instrumento musical era algo que llevaba deseando tener desde el momento en que llegó a la ciudad, aún así no dudó en sacar parte de sus ahorros para comprar cosas con dinero que no le pertenecía — De a poco para que no se diera cuenta.

Siempre astuta, siempre consiguiendo lo que quería.

No interesó que fuera su noche estrella con Bradley, ni que estuviera con sus amigos para arruinarle la fiesta en el momento que agarró su teléfono limpiando sus lágrimas con impaciencia al no dejarla ver con claridad, escribiendo un mensaje que le hiciera saber que no planeaba perdonarla en un futuro cercano.

No esperó su respuesta, entre todo el estrés del minuto en realidad tomó el bolso que utilizaba para la universidad vaciándolo sobre su cama hecha, metiendo en vez de sus cuadernos unas cuantas cosas que consideraba necesarias para pasar la noche afuera, un par de camisetas limpias, bragas nuevas, cepillo de dientes, el mixtape de Jasper, incluso cada billete que lanzó al suelo con los ahorros que había tirado lejos buscándolo uno por uno, rehusándose a dejar sus cosas ahí ahora que sabia las nuevas costumbres de su hermana.

Fue un acto demasiado impulsivo mientras se ponía el bolso al hombro cerrando la puerta de la casa con llave al salir sin querer ni ver la cara de su hermana al llegar, un acto impulsivo que notó minutos más tarde arrepentida, cuando lo consideró a medio camino en la carretera bajo la calefacción de su Volkswagen rojo. Era un arma de doble filo saber a la perfección donde vivía su mejor amiga sin haber ido jamás por las detalladas instrucciones que Alice le había dado por mensaje, y su vergüenza fue incluso mayor al estacionar frente la majestuosa casa de la familia Cullen en lo que se hacía cada vez más pequeña en el asiento delantero de su auto.

¿Qué estaba pensando al irse de casa sin avisarle a su hermana en plan de rebelde?

Fue justo ahí en medio del lujo y la nieve donde consideró que tal vez había sido un completo desastre haber aparecido a las doce y media de la noche en la casa de Reny sin avisarle antes: La sensación de que Alina hubiera robado su dinero la había hecho sentir lo suficientemente mal como para irse por la noche, actuando desde el impulso para irse a dormir a algún lugar más que su propia casa por que sabía que iba a bombardearla con malas excusas, y en su subconsciente, lo único que pudo pensar como una opción válida fue en la única familia que creía pudiera haberle tendido la mano sin preguntarle nada de lo que había pasado.

Su corazón latía descontrolado mientras observaba los detalles de la lujosa casa: Novac tenía completa razón cuando le dijo que eran realmente millonarios, y no lo hubiera dudado al ver los detalles de la vivienda, el amplio porche de la entrada, la extensión imponente del terreno, el amplio balcón que conectaba hacia el bosque — Amplios ventanales en una construcción de madera oscura como si hubiera sido pensada para haberse escondido en medio del paisaje, tecnología en medio de la naturaleza sin irrumpir entre la majestuosidad de Alaska. La casa de los Cullen era una casa que hubiera soñado tener en sexto grado creyendo que sería una modelo profesional de grande, y que renunció al conseguir trabajo en Maggie's sin destino a un sueldo desorbitante a la vista.

Tenían un gusto magnífico, obviamente. Al poder ver a través de la casa con las luces prendidas por los grandes ventanales, el candelabro iluminaba cada rincón de la habitación a lo lejos dejándola echar un vistazo a los muebles que combinaban entre sí creando una maravillosa armonía de tonos cafés hasta llegar al negro, y la hacia sentir como si no hubiera debido estar ahí.

Estaba nerviosa, y en tanto tomaba de la botella de agua que se había encontrado dentro del auto sin saber cuánto tiempo llevaba ahí adentro mirando la propiedad, supo que era más que un error haber ido tan en confianza de si misma cuándo su amiga vivía con sus padres y toda su familia ahí adentro, y no quería llegar en medio de la nada involucrándolos un problema el cuál no tenían nada que ver, mucho menos estaba remotamente preparada mentalmente para ver otra vez a Jasper luego de su último encuentro el jueves en clases — Ni siquiera hablaron más de cinco palabras en toda la hora, y su cita pasó al tacho de la basura.

Fue demasiado tarde en todo caso para cuando encendió nuevamente el auto, por qué la puerta de entrada se abrió en cuanto sacaba el freno de mano y de la propiedad salió nada más ni nada menos que Renesmee Cullen, mirándola sin entender absolutamente nada.




Esme se habían vuelto su nuevo miembro favorito de la familia Cullen mientras el olor a chocolate caliente invadía su nariz llenando el espacio de la amplia cocina abierta, y Sophia pensó que no había un mejor lugar en la tierra mientras permitía que el calor de la chimenea que venía del comedor la hiciera sentir como si hubiera estado en casa rodeada de unos padres mucho mejores de los que había tenido. El intenso olor a leña quemada se instalaba en su nariz entre las velas encendidas, sin embargo, nunca sintió semejante relajo como el que sintió bien sentada entre los azulejos blancos y la luz media amarillenta del único foco prendido, tomando del chocolate caliente que «La matriarca y la-más-genial-de-todos» había preparado al minuto en que saludó en la puerta de entrada notando su cara afligida.

Esme era como la madre que siempre había deseado pero jamás iba a tener. Una que realmente estaba interesada por escuchar lo que le agobiaba haciéndola sentir segura, y actuaba como si nada hubiera podido pasarle en ese momento por qué ahí estaba ella para salvarla. Era algo distinto a lo que recibía con Helen, eso de ser alguien que tenía que valerse por sí misma para sobrevivir al mundo no había aportado mucho positivismo en su vida, y por lo mismo, trató de pensar por qué a su amiga no le gustaba estar tanto con su familia — A ella le hubiera gustado estar más con la suya.

"Espero te sientas mejor, cariño" le dijo Esme al tenderle la taza "Mi chocolate caliente es el mejor de esta casa, Nessie puede confirmártelo"

"Gracias, señora Cullen " murmuró media apenada "Lamento haberme aparecido así sin avisar"

"Por favor, solo dime Esme" insistió mientras ella soplaba el contenido de la taza "No tienes que avisar, cualquier amiga de Nessie siempre va a ser bienvenida en la familia" — "Puedes venir cuando quieras"

"Creo que Sophia ya esta bien, vamos a estar arriba si necesitas algo" interrumpió su amiga apurada, y la mujer terminó por reír ante sus actitudes, le hacía señas para moverse disimuladamente, pero se encontraba demasiado cómoda como para moverse de su asiento.

"Deberías dejarla tomar su chocolate, Nessie" Esme besó la frente de Renesmee al pasar cerca de ella,  aun que pusiera mala cara al sentir su afecto "Te preparé la habitación de invitados, Sophia. Puedes quedarte ahí cuanto tiempo necesites, Nessie va a mostrártela cuando termines"

"¿Es la que está al lado de la mia?"

"Sí, pensé que iban a estar más cómodas de esa manera" murmuró "Nos vemos mañana por la mañana, descansen"

De una u otra manera, agradecía solo haberse encontrado con Esme. Su corazón no hubiera aguantado la presión que significaba conocer al resto de su familia en un momento donde le hubiera gustado desaparecer, ni mucho menos con la tensión que se armaba en su cabeza cada vez que tenía una conversación de más de dos minutos con Jazz, en el fondo agradecía saber que iba a tener que lidiar con todo eso mañana.

"Que estés aquí significa que hubo una gran emergencia, sé que lo que le dijiste a Esme fue una mala mentira" para cuando estuvieron solas pudo sentir la mirada cómplice de Renesmee mientras tomaba del chocolate caliente que le había dado Esme "Y aun que no recuerdo haberte dado mi dirección, me alegra que hayas venido aquí, significa que confiamos mucho entre nosotras y eso es bueno"

"Me la compartiste por mensaje hace tiempo" le recordó, suficiente como para que asintiera intentando recordarlo "Alina robó parte del dinero que tenia ahorrado para mi batería, Ren"

"¿Es una broma?" no se lo creyó en un principio, abriendo su boca en una exagerada «o».

"Y robó mi hierba también" el decirlo en voz alta le hacía doler el estómago, no quería creer que un ser querido fuera capaz de hacerle eso "¿Puedes creerlo? La muy imbécil me robó" — "Y eso que pensaba que vivir con mi madre era malo, por lo menos ahí podía tener la confianza que nada iba a desaparecer"

"Vaya día de mierda acabas de tener" la castaña paso su brazo por sobre su espalda haciendo que se apoyara en ella "¿No estas agradecida de que mañana pasemos el día juntas? Puedo prestarte el dinero que te hace falta y ayudarte a planear un complot contra ella"

"Estaba pensando en pedirle un adelanto a Marva" estaba dispuesta a quedarse hasta un mes sin sueldo, incluso tomar el autobús sin quejarse si no le alcanzaba para la gasolina, pero no abusaría de la generosidad de la familia de Reny por nada del mundo "Gracias por dejar que me quede"

"Es lo mínimo que haría por ti" se encogió de hombros como si no fuera la gran cosa "Eres familia, Bliss" — "No te vas a deshacer de mí, soy como tu tercera hermana"

"Estoy cansada de todo este tema de mierda" admitió al terminar de tomar el chocolate caliente que le habían servido, dejándolo sobre la mesa de mármol blanco que tenía al frente antes de pasar las manos por su rostro media agotada "Me cansa hablar de mi hermana y lo que hace, de tener que velar por ella"

"Entonces a la mierda con ella" recomendó Renesmee "Hablemos de otra cosas más interesantes" — "Como el hecho que vas a conducir una hora entera para ir a un centro comercial y que estás hablándole mucho a Alice por mensaje"

"Me encantaría discutir sobre eso y tus celos hacia Al, pero en verdad necesito dormir unas horas" admitió moviendo su cabeza de un lado a otro con un nuevo dolor de cuello "¿Te molestaría si lo discutimos mañana en el camino? Aún tenemos que levantarnos temprano"

"Ven, te llevo a la habitación"

Le dolió el cuerpo al momento en que se levantó de encima de la comodidad de la silla, para esa hora ya hubiera terminado de ver Drácula y estaría bajo dos mantas gruesas, por lo que el cansancio se apoderaba de su cuerpo de apoco tomando el control sobre ella, terminando por seguir a su amiga desde atrás arrastrando la mochila en que llevaba sus cosas por el suelo en un último esfuerzo al subir las escaleras.

"Tu casa es bonita" la elogió, y en verdad creía que lo era, parecía que cada espacio había sido previamente diseñado antes de poner los muebles, y al revés de la mayoría de los hogares, estos parecían estar hechos para encajar en el ambiente que construyeron en un nuevo tipo de elegancia; entre colores oscuros que revelaban un buen gusto y terminaciones sofisticadas, sobrio pero refrescante, pulcro y completamente limpio "Me gusta lo que hicieron con la decoración"

"A Esme le encanta restaurar casas, creo que podría decorar hasta un palacio si se lo propone también" dijo mientras subía, y para cuando llegaron al tercer piso, Sophia agradeció no tener que subir más escaleras al dolerle las piernas en un pésimo estado físico medio alérgico al deporte.

"No lo dudo" — "Tu madre suena genial"

Renesmee no lo había sentido tan intensamente como lo experimentó en ese momento, pero esa noche fue la primera vez que sintió la culpa de estar mintiéndole a la cara en el cuerpo.

"Es genial" aceptó apartando el cabello castaño de su rostro, abriendo la puerta de la habitación suponía iba a quedarse "El baño esta al final del pasillo y hay toallas limpias para la mañana, te dejo para que te instales"

"Buenas noches, Reny"

"Buenas noches, So"

Si no hubiera tenido tantos problemas como los tuvo esa noche, Sophia le hubiera preguntado porque había cambiado de humor tan rápido. Posiblemente hubieran hablado hasta la noche y se hubieran reído hasta que caminara de vuelta al cuarto de visitas media dormida, sin embargo esa noche era distinta, era una noche en donde genuinamente no tenía ganas de nada y quería dormir escapando de sus problemas hasta el día siguiente. Arrastró los pies por el piso de madera hasta dejar su bolso sobre la cama luego de cerrar la puerta, y se lanzó a la enorme cama del amplio cuarto de visitas para cerrar los ojos un par de minutos en busca de la calma en todo el ruido de su cabeza: Alina Bliss era el colmo de egoísmo.

El haber ido a la casa de su amiga no era más que ponerle un parche a la herida, un parche por que sabía que al momento de estar sola iba a terminar por pensar en como de apoco iba perdiendo la confianza por completo del único familiar que creyó siempre iba a estar ahí para ella, justo como en ese momento. En su teléfono no había una respuesta más que el Leído que mostraba la pantalla bajo los mensajes que había enviado incrementando su rabia, y al meterse bajo las sábanas entre medio del pesado edredón, dejó que la pena y su enojo se fundieran en uno hasta que las lágrimas se juntaran en sus ojos, permitiéndose llorar hasta que las pesadillas le dieran la bienvenida en un nuevo mundo.

En el fondo, Sophia Bliss estaba sola.






Desde que era pequeña, siempre se caracterizó por tener el sueño más ligero de toda la casa. Helen solía llamarla una alarma humana al despertar cada vez que llegaba tarde a la casa de una de sus citas con algún tipo que había conocido en el trabajo, y usualmente ella terminaba tomando un vaso de leche en la cocina viendo como la mujer se pasaba las toallitas desmaquillantes por el rostro, quitándose el exceso de maquillaje que llevaba. Le costaba conciliar el sueño luego, daba vueltas por la cama mirando las sombras que producían los árboles de afuera contra el techo con sus las largas ramas que se reflejaban haciéndole creer que se trataban de brazos, y pasaba el resto de la madrugada con los ojos abiertos hasta que el sol salía sin que el sueño volviera a ella.

Tal vez había sido castigada con el sueño ligero, aunque al mismo tiempo fuera premiada al poseer sueños de manera regular en donde podría haber hecho lo que quisiera — Recordando a veces las situaciones que se armaban en su cabeza al entrar en un estado de inconsciencia pura, las decisiones de sus sueños lúcidos y como los problemas de su vida se mezclaban reflejándose en ellos trayendo consigo a  los peores miedos del subconsciente, esos que no te atreves a decir en voz alta y te atacan.

Ninguna pesadilla se había comparado a la que tuvo en la casa de los Cullen. Ninguna jamás se había sentido tan vivida al punto que al despertarse el pecho le latiera con fuerza en medio de la oscuridad del cuarto de visitas demasiado sudada, recordando con exactitud el dolor tan a flor de piel que había experimentado en una pesadilla peculiar, una que pensó era demasiado ridícula como para tener sentido alguno conectándola inmediatamente a su ligera obsesión con Drácula y Winona Ryder, tanto que había tergiversado los problemas en su subconsciente para pasarse toda una historia sobrenatural por la cabeza que incluía a los amigos de su hermana.

Había un ligero aroma a flores en el aire para cuando se levantó, y mientras se levantaba entre la penumbra distinguió los ruidos que venían de la cocina. El estrés le hacía pensar cosas increíbles que no hubiera pensándolo con la cabeza en frío, por que no tenía sentido recrearar en su mente el extraño suceso que tuvo el primer día que consiguió trabajo en Maggie's al sentirse observada, ni mucho menos conocer una especie de realidad paralela en donde efectivamente hubiera tenido un atacante que la empujaba a la penumbra, escondiéndose entre la oscuridad de la noche para mirarla a la cara con unos brillantes ojos rojos que le daban escalofríos bajo la luz de la luna llena, como el peor de todos sus enemigos.

El viento erizó su piel al salir bajo las cobijas, y tal como lo hacia en casa, esta vez cogió su chaqueta roja para cubrirse mientras se ponía los zapatos decidida a hacer lo mismo que solía hacer cada vez que su madre la despertaba: tomar un vaso de leche tibia.

Al salir de la habitación mirando el reloj de su teléfono, trato de ser sigilosa para no despertar a nadie en el proceso de tener un mal sueño. Bajó las escalera agarrada del pasamanos metálico, y se aferró a su chaqueta mientras maldecía en un susurro por las casas de techos gigantescos y el frío que estas albergaban sin posibilidad de buena calefacción, sin embargo en el camino se arrepintió de levantarse al ver un par de luces encendidas, unas que la hicieron considerar volver a la cama media asustada al no ver a nadie cerca.

No conocía ni a la mitad de la familia pero aún así tenia la confianza para ir a buscar un vaso de leche tibia que considerándolo dos veces, estuvo muy avergonzada de sacar: En su maldita vida hubiera abierto el refrigerador de alguien así — Lo consideraba medio irrespetuoso.

Terminó por sacar un vaso que encontró a plena vista sobre los muebles para servirse un poco de agua de la llave, sentándose sobre el mesón para beber del agua helada que salía del grifo aún buscándole un sentido a los sueños que acaba de tener en tanto se deleitaba con el paisaje de la casa, los árboles y la nieve que comenzaba a caer volviendo todo de un bonito color blanco.

Fue ahí entonces por qué noto que las luces estaban prendidas.

Cómo si hubiera sido una especie de polo negativo a su positivo atrayéndola siempre en un magnetismo inexplicable, no hubiera sabido responder a las ganas de hablarle al notar la presencia de Jasper Hale a las cuatro de la mañana bien instalado en el balcón, mirando el paisaje como si no hubieran estado bajo cero. Era una persona que hubiera calificado como pintoresca, por que no llevaba mucho abrigo más que la chaqueta que solía utilizar seguido, una que sabía no era muy abrigadora — Mientras ella moría de frío dentro de la casa, se pregunto como es que no estaba temblando allá afuera.

Dejaba en evidencia su tendencia a preocuparse casi demasiado por los demás cuando divisó una de las mantas de polar sobre los sillones, y tomándola sin pensarlo mucho, salió de la casa inmediatamente arrepintiéndose de no haber abrochado su chaqueta creyendo que no hacía tanto frío como creía para caminar al encuentro de lo que Sophia consideraba un amigo, alguien que podría acompañar en el silencio sin tener que decir nada.

"A este paso van a encontrarte congelado mañana, Hale" le dijo antes de poner la manta sobre su espalda, cubriéndolo del frío que pensó podría sentir "Podrías abrigarte para salir, es solo una idea"

A esas alturas, la familia entera sabía que una humana dormía plácidamente sin tener idea que estaba rodeada por vampiros, y si bien la idea no le agradaba mucho a nadie, tuvieron que fingir que dormían en sus habitaciones sin querer levantar sospechas — Todos menos Jasper en realidad, pues no lograba quedarse tranquilo sabiendo que estaba en la casa en un mal momento "Buenas noches, California"

No necesitaba una manta, pero el olor de la rubia había se había quedado sutilmente impregnado en ella, lo suficiente como para aceptar el calor insignificante que le traía al sentir tan claro el aroma abrazador que expendía en su nariz — "¿Qué haces despierta tan tarde?"

"Podría hacerte la misma pregunta" advirtió Sophia sentándose a su lado, dejando suficiente espacio en el asiento de madera como para que otra persona pudiera sentarse en medio "No podía dormir"

"Yo tampoco" se apresuró a decir, y se quedaron varios minutos en silencio sin tener que decir algo más "No tengo sueño"

A Sophia le gustaba la manera en que no era necesario hablar demasiado a veces, le gustaba contrariamente que la dejara hablar sin parar sin decirle nada, y la manera en que parecía ofrecerle apoyo de una manera tan extraña que no sabía bien como definir: Cómo si hubiera estado siempre ahí sin abrumarla o agobiarla, de lejos pero al mismo tiempo lo suficientemente de cerca. Era una sensación distinta a la que tenía con el resto de sus amigos, con la gente que hablaba en California, sus amigos.

"¿Sabes lo que más me gusta de Alaska?" le dijo ella mirando su perfil al hablar "El cielo" — "Las estrellas se ven tan claras, y la luna tan grande que me podría quedar horas mirando por la ventana" comentó al mirar nuevamente el firmamento. El manto de estrellas brillantes se alzaban por encima de un lienzo pintado de azul oscuro, mostrando los brillos en el cielo de distintos tamaños que podían distinguirse entre el paisaje verde teñido en una capa del negro de la noche "Es curioso por que si lo piensas, el cielo es el mismo a donde vayas y todos vemos la misma luna" "Pero aquí es distinto aun que sea lo mismo al final, y debe depende de tu punto de vista, por que nunca vi algo así en California"

"¿Extrañas mucho a la gente que dejaste allá?"

"Ya no en realidad, extraño más mi batería" admitió causándole risa, y abrochó su chaqueta hasta arriba al sentir algo de frío "Ya sabes, la banda musical que tenía, los lugares, a este punto creo que me olvidé de como tocar"

"No creo, ya te he dicho que tienes talento en las cosas que te esfuerzas" le recordó "Además, eres muy buena baterista como para que lo olvides, debe estar metido en ti"

"No lo sabes, eres muy amable para decirlo, pero no me has escuchado" — "Ya debieron encontrar un reemplazo"

"Por lo que escuché, tus solos son complicados"

"¿Por lo que escuché? No me jodas, Jazz" se irguió sobre la banca de madera al caer en cuenta de sus palabras, empujándolo suavemente antes de hablar atacada "¿Viste el video por Youtube?" se puso nerviosa al saberlo, al saber que alguien relativamente cercano a ella había encontrado algo a lo que le ponía tanto empeño "¿Cuándo lo viste? ¿Porqué lo viste? — ¿Qué opinas? Quiero tu honestidad brutal" lo bombardeó con muchas preguntas en realidad, demasiado abrumada como para notar que su opinión era algo importante.

"Creo que eres demasiado buena como para que te reemplacen, Sophia"

"¿Eso significa que crees que hago buena música?" — "Es algo que llevábamos de la escuela, no es tan genial ahora, pero me gusta tocar"

"Sí" contestó mirando al cielo "Creo que haces buena música"

El orgullo la invadió mientras se aferraba a la chaqueta roja que llevaba en su pequeña felicidad de pequeños momentos, no era suficiente como para cubrirla del frío bajo un pijama delgado de estampados y pronto terminó por mantener la mandíbula apretada queriendo soportar el clima sin quejarse, y al parecer Jasper lo notó, por que pronto ese espacio entre ambos se redujo a lo mínimo, y en cambio un nuevo calor le era ofrecido gracias a las acciones ajenas poniendo parte de la manta encima de su espalda, compartiéndola con ella.

"Hace un poco de frío" le dijo al notar el calor.

"Siempre estas muriendo de frío" lo escuchó decir, y en verdad tenía razón "Necesitas la manta más que yo"

Tal vez era esa nueva cercanía, la forma en que Sophia pudo sentirlo bajo el abrigo de la manta tan cerca que no le había dado tiempo para calmar sus nervios al momento de caer en cuenta, pero era una cercanía que la ayudo a dejar de lado ese estrés y las pesadillas con respecto a su hermana mientras disfrutaba del momento, la pequeña felicidad esporádica. Jasper Hale se había convertido en alguien que podía hablar sin necesidad de forzarse, en una persona que no iba a juzgarla o bombardearla de consejos que no había pedido — Era la persona que necesitaba en ese momento, aun que hubiera pensado que su corazón no hubiera podido con la tensión de verlo.

"Tuve un día de mierda hoy" murmuró luego de un rato, acomodando la manta sobre su espalda de mejor manera "Creo que es obvio, si no, no estaría aquí"

"Lo sé" — "Pero no tienes que decirme nada si no quieres"

"Gracias por eso" odiaba que su pijama no la abrigaba lo suficiente como le hubiera gustado, pronto teniendo frío en las piernas "En verdad quería decirte otra cosa, pero me da algo de vergüenza"

Usualmente nadie lo hubiera admitido en voz alta, pero no tenía problema con decirle una verdad que no se molestaba en esconder al ser tan obvio — Y mientras Jasper luchaba contra su propia naturaleza sedienta de sangre humana, Sophia consideró lo agradable de su olor tan marcado que había sentido en la supuesta cita de estudio que no tenía sentido alguno: el de una fogata recién encendida y pasto fresco.

"Ya tengo lista la compilación que me pediste" le contó "Pero no sé si quiero entregártelo"

"¿Por qué no?"

"Creo que es demasiado personal" admitió al arrugar la nariz "Estoy siendo un poco dramática, pero son parte de mis canciones favoritas, y es algo que quiero que disfrutes sin que te sientas obligado a hacerlo — Literalmente, armé lo que siento podría ser de tu gusto en base a cosas que me gustan, y siento que en parte, al saber lo que escucho vas a poder tener conocerme por completo"

"Y eso está mal, ¿O me equivoco?"

"No. En fin,— ya te lo dije" se adelantó a cambiar el tema con naturalidad "Ahora tienes que decirme tu dato vergonzoso"

"No creo que cuente" negó dedicándole una media sonrisa al mirarla "Lo que iba a decir es mucho peor que lo que tu dices"

"Un trato es un trato"

"Pero, eso es trampa—" estaba dispuesto a contradecirla, pero sabía que no iba a detenerse hasta saber lo que quería decirle, manteniéndose varios segundos en silencio antes de dejar caer lo que Sophia definió como una bomba atómica "Ya llevo unas semanas escuchando tu banda"

"¿Unas semanas?" le preguntó con ofensa "¿Escuchaste la canción de Youtube, no? Es la única que hay" Jasper supo que estaba lo suficientemente sonrojada como para que tuviera que arrugar la nariz ante el aroma intenso de la sangre acumulándose en sus mejillas, y Sophia, llevándose la mano a la frente pareció experimentar su peor pesadilla, peor que la que había tenido "No puede ser — Jazz" "Esa es nuestra peor canción, ¿Cómo no me lo dijiste antes? ¿En qué rayos estas pensando? Eso sí que no es justo"

"Tenía curiosidad" alzó ambas manos al aire mostrándole las palmas como si eso hubiera simulado más inocencia "Quería saber, no te puedes enojar"

"¿Te gustó?"

"Sí, pero creo que todos me odian en la casa por escucharlo tanto"

"¿Qué? ¿Cuántas veces la escuchaste?" dijo curiosa, aun que parecía ser más una duda que le surgía preguntándose a ella misma, una que de un momento a otro, la hizo mirarlo con el ceño fruncido "¿Por qué nunca me hablaste para salir?" dijo con esa actitud que siempre tenía de ser medianamente sincera, aun que en Alaska no creía serlo del todo "Pensé que ibas a hacerlo, tampoco lo mencionaste el Jueves en clases"

"No quería incomodarte"

No estuvo satisfecha con su respuesta — "Soy yo la que incitó la idea, y en verdad si no te sientes cómodo con el tema no creo que deberías darle mucha vuelta, me caes bien" "Suelo interpretar las cosas mal, no son mi fuerte"

"No es eso"

"No tienes que darme explicaciones" se adelantó, y por un minuto deseó no hablar tanto como usualmente lo hacía "Soy la amiga de tu hermana menor además, debe ser una situación incómoda"

Hubo un momento de silencio, uno que la chica consideró era eterno mientras observaba la madera del suelo posicionada perfectamente una al lado de la otra: de un minuto a otro se había dejado en ridículo sin necesidad alguna.

"Es bastante incómodo, como no te imaginas" bromeó con una sonrisa de lado, molestándola entre el acento sureño y las miradas cómplices —"No me interesa que seas amiga de Nessie, estoy más interesado en ti que en ella Sophia, creo que es bastante obvio"

Fue como un balde de agua fría, y Sophia no supo que decir en ese momento cuando en su rostro pudo ver el reflejo verde del cielo, y su pulso se disparó al finalmente ver la aurora boreal extendiéndose de manera imponente en el cielo, las estrellas que parecían combinar con el manto que cambiaba de tono iluminando en la oscuridad. No supo en que minuto fue la verdad, si fue el frío, la manta que compartían o la manera en que luego le entregaría el disco antes de irse a dormir — Pero lo supo en ese momento, lo supo mientras lo miraba de reojo y no se lo ocurría una mejor persona para poder pasar el momento.

No iba a negarse que Jasper Hale en realidad le gustaba lo suficiente como para ignorar cualquier miedo irracional a tener un atisbo de vida amorosa — Y que en realidad, ya no se sentía culpable de por primera vez en su vida, preocuparse más por si misma antes de su familia.








SOPHIA'S MIXTAPE . . . i. big tv white lies, ii. violet hole iii. why sundays are so depressing the strokes iv. said the people dinosaur jr v. today the smashing pumpkins vi. where is my mind? pixies vii. say it aint so weezer viii. hang me up to dry cold war kids ix. crying lighting arctic monkeys x. dani california red hot chili peppers xi. brain stew green day xii. be yourself audioslave xiii. changes charles bradley xiv. blood hands royal blood xv. talk coldplay xvi. hell of a season the black keys xvii. just radiohead xviii. the man who sold the world david bowie xix. losing my religion r.e.m xx. bitter sweet symphony the verve xxi. black pearl jam xxii. don't you (forget about me) simple minds . . . FOR JASPER HALE.








primero que nada si llegaste hasta el final del capitulo te mereces un premio por que este capitulo encuentro que vale por dos de lo largo que es (sori en avanzado)

para escuchar la playlist que hizo sophia pueden sacarle un pantallazo a la imagen del codigo con la foto, se van a spotify y al buscar un artista apretan a un costado la cámara y la seleccionan desde si galeria de fotos, acomodan para que se vea mas el codigo y pueden acceder sin problema — de cualquier forma voy a poner el link en mi tablero para que lo vean :-)

i- ya no se que decir frente a mis padres estoy impactada conmigo misma, ojala disfruten este largo capitulo.

no se olviden de darme amor <3

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